martes, 29 de mayo de 2007

¿?

¿Quien me lo iba a decir? Es algo que nos hemos preguntado todos en muchas ocasiones, cuando nos pasa algo inesperado, ya sea bueno o malo, cuando nos ocurre algo que jamás o muy dificilmente creíamos que podía suceder. Pues bien, yo después de dos años aun sigo preguntándomelo.

Supongo que en el momento que sucedió no era consciente de nada, no sabía realmente donde iba a ir a parar aquello ni cual iba a ser el final de la historia. Más bien apostaba por un final trágico, ... el lobo se come a caperucita, la bestia no se convierte en un apuesto humano o el príncipe despierta a su bella durmiente con un cubo de agua fría. Pero el hecho de sentirme tan bien y a la vez tan cómoda era algo que debía explorar, algo que no podía dejar escapar, que me llenaba y necesitaba cada día. Por aquellas yo estaba en 2º de carrera, estudiando Instituciones Comunitarias y Derecho Cooperativo si mal no recuerdo, no me iba demasiado bien, de echo estaba hecha una buena vaga y supongo que fuiste un poco mi "entretenimiento". La primera impresión que me diste fue la de ser un chico borde y creído, estudiante de informática un poco listo, estúpido y algo arrogante, que se divertía y se refugiaba también en el ordenador porque tampoco te corrían buenos tiempos.

Eras una personita con caparazón, como una tortuga que esconde la cabeza dentro de su casa cuando intuye peligro, como un guerrero con su escudo protector forjado como consecuencia de sus malas expericiencias, de sus desamores que en ese momento te estaban quitando la vida. Era curioso conocer a alguien así, tan frío, casi tanto como el hielo pero a la vez tan humano, escondido detrás de esa coraza que yo pretendía quitar por todos los medios. Y así poco a poco fue transcurriendo, sin darnos apenas cuenta de lo que estábamos los dos sintiendo. Acudíamos cada día sin falta a nuestra cita, hablando interminables horas de temas irrrelevantes, absurdos pero que podían llevarnos las tardes enteras. Estábamos agusto el uno con el otro, intercambiábamos experiencias, anécdotas, alegrías y penas.

Y desde entonces todo ha sido como una noria, unos días más arriba y otros más abajo, sin desistir en ningún momento, poniendo todos los ladrillos posibles para que esto se contruyera de la forma más sólida, para conseguir, a pesar de todos los obstáculos que nos rodean que nuestro castillito se eleve hasta el cielo. Dos años de bonitos recuerdos, de discusiones y peleas, de besos, de despedidas y de reencuentros, dos años de espera y desesperación, de ganas de verte, de echarte de menos, de rabia, de coraje, de celos, de risas, de caricias y lamentos, de abrazos, de dudas, de conversaciones por teléfono ...

Cada una de estas pequeñas cosas son las que contruyen mi felicidad. Y echando la vista atrás y aunque seas algo idiota creo que tampoco se lleva tan mal , xD. Simplemente gracias por ser mi primer pensamiento feliz al despertar.


Mua x*

No hay comentarios: